El paso del tiempo, la exposición al sol, la contaminación y el estrés diario tienen como resultado cambios visibles en las zonas de la cara y el cuello.
Estos cambios suelen manifestarse cómo surcos y pliegues provocando que la expresión facial pierda su atractivo y vitalidad. Sin embargo, gracias a esta técnica es posible poner solución a estos cambios que provocan una bajada de autoestima en algunas personas.